Cuando hablamos sobre cámaras, no podemos sacar conclusiones hasta que realmente tenemos el dispositivo a mano, o ha pasado por tomas de contacto ajenas a la propia Apple o el fabricante que corresponda -, pero la realidad es que todo lo que nos han enseñado sobre la cámara iSight suena bastante bien.
8 megapíxeles en un sensor un 15% más grande
Entrando en especificaciones, nos encontramos con un sensor de ocho megapíxeles -retroiluminado -, la misma cantidad que en iPhone 5, pero incrementando su tamaño en un 15%. Esto no tiene mucho misterio, en el mundo de la fotografía tener un sensor más grande, garantiza que entra más luz (33% más) y por lo tanto más información.
Apple no entra en la guerra de los megapíxeles, prefiere un sensor más grande
Por esto el tamaño de los píxeles crece de 1,4 a 1,5 micrones, en este sentido parece claro que la mejora se va a notar en la práctica. La cámara sigue contando concinco elementos para conformar la lente, que tiene una apertura máxima f/2,2 (f/2,4 en iPhone 5). El conjunto cuenta con un cristal de zafiro como protección.
Como el Samsung Galaxy S4 y otros smartphones importantes del mercado, se ha mejorado la capacidad de ráfaga, pudiendo tomar diez imágenes por segundo. Para conseguirlo, no hablamos de un modo de uso diferente, sino que se deja el disparador pulsado.
Pasando a otro de los modos estrellas estrenados en el pasado, panorama, podemos registrar escenas de 28 megapíxeles. Quien haya jugado con este modo sabrá que las condiciones de exposición cambian a la largo de la panorámica, dificultando la calidad en la toma completa, pues Apple ha desarrollado un modo automático para mejorar las imágenes en este sentido.
En el modo vídeo también hay mejoras importantes, más que en la resolución, en la cantidad de datos que se puede registrar por segundo. Un buen ejemplo: modo 720p a 120 imágenes por segundo. Hablamos de poder registrar secuencias en slow motion. Si nos vamos al máximo nivel de calidad, subimos hasta 1080p a 30 imágenes por segundo. Todas las mejoras tienen que dar las gracias al nuevo chipset Apple A7, que cuenta con un nuevo procesador de imagen (ISP) dedicado para la cámara.
Para el que tenga curiosidad sobre la cámara frontal, cuenta con un sensor de 1,2 megapíxeles(1280×960 píxeles) capaz de registrar vídeo en formato 720p. Como el principal, también es retroiluminado.
Apple nos cuenta que la lente dispone de estabilización, y aunque no da más detalles, se realiza digitalmente, no en la óptica como presentan algunos dispositivos de la competencia. También es destacable que el enfoque automático ahora es por medición matricial, con un sistema de quince zonas.
True Tone Flash
Otro aspecto que destaca entre las especificaciones es el flash, un elemento del que difícilmente podemos estar orgullosos en nuestro móviles, y que Apple considera que hay espacio para la mejora, sin tener que entrar en el campo de los flash Xenón.
En esta ocasión acompañan a la cámara un par de LEDs, y el estreno de una tecnología bautizada como True Tone Flash, que ayuda a ajustar automáticamente la temperatura de color de la imagen, gracias a la posibilidad de ofrecer hasta 1.000 tonos diferentes entre blanco y ambar, que son los dos colores que tienen las unidades de flash.
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